jueves, 19 de marzo de 2015

SEGUIMIENTO



La palabra seguimiento se usa extendidamente en nuestro idioma fundamentalmente en dos sentidos. Por un lado, para indicar la acción de seguir a algo o bien a alguien, siendo este sentido un sinónimo de uso popular del concepto de persecución.
Y también se usa esta misma palabra para indicar la observación y vigilancia pormenorizada y profunda que se lleva a cabo sobre un tema o sobre una persona. Generalmente, este uso del término aparece mucho a instancias de contextos de investigación policial, judicial o simplemente detectivesca, es decir, cuando se contrata a un investigador privado para que investigue y siga a una persona con la misión de descubrir en que anda, entre otras cuestiones.
En el caso específico de la policía, este cuerpo destina mucho de su tiempo y de su esfuerzo en el seguimiento de individuos que se presume se encuentran vinculados a un hecho delictivo o a una organización criminal. En tanto, de ese seguimiento, que por supuesto debe realizarse con sumo cuidado para evitar ser descubierto, se podrá conseguir una pista fundamental para resolver un caso o bien atrapar a alguien con las manos en la masa, es decir, cometiendo un ilícito.

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