Las evaluaciones de impacto permiten medir, mediante
el uso de metodologías rigurosas, los efectos que un programa puede tener sobre
su población beneficiaria y conocer si dichos efectos son en realidad
atribuibles a su intervención. El principal reto de una evaluación de impacto
es determinar qué habría pasado con los beneficiarios si el programa no hubiera
existido.
La evaluación de impacto es un instrumento que
contribuye a la toma de decisiones y a la rendición de cuentas, es decir,
aporta información tanto para actores a nivel gerencial, como para los
ciudadanos sobre la efectividad de los programas a los cuales se destina un
presupuesto público. En general, este tipo de evaluación demanda un mayor
tiempo y costo en su desarrollo, con respecto a los otros tipos de
evaluaciones. Tomando en cuenta lo anterior, CONEVAL no define una periodicidad
en su aplicación, ésta responde a las necesidades de cada programa y
dependencia.